Esta clase sí que fue de movimiento puro, nos expresamos en
un 100%.
Para partir nos separamos en grupo y teníamos que elegir una
palabra que tuviera algún significado, nosotros elegimos Inclusión (palabra
elegida por el Dani), primero según mi concepto integración e inclusión eran
algo similar, prácticamente un sinónimo, pero cuando me explicaron que al
integrar igualmente discriminas noté de inmediato la diferencia, de hecho existen
campañas que dicen “no a la integración, si a la inclusión” Bueno, lo que teníamos que hacer con esto era
realizar un regalo a cada miembro del grupo que tuviese la inclusión como
significado, pueden ser colash, dibujos, fotografías, etc. Esto lo encontré ingenioso
y a la vez tedioso, si bien me gustan las manualidades hacer tantos regalos me
complica por motivos de tiempo.
La segunda actividad fue caminar sin rumbo y sin chocarse
por la sala, tal como lo hicimos la clase anterior. Luego nos pusimos de frente
mirando a la profesora Erna y ella arriba de una silla y con sus zapatos nos
indicaba que movimientos debíamos realizar, hasta tirarnos y rodar por el suelo
tuvimos que hacer.
Después de esto el curso se dividió en dos, uno afuera
trabajando con las máscaras y el otro adentro improvisando, por motivos de
espacio. Yo participe en el grupo de las máscaras pero yo usando mi mano por
supuesto. El propósito era hacer una presentación teatral usando nuestras
máscaras, estuvimos mucho rato pensando que podríamos hacer, hasta que probando
hicimos algo como un rito.
Primero entramos cada uno con la máscara (mano) en la mano,
y nos las íbamos poniendo en la cara a medida que un compañero nos gritaba, al
tenerlas todos en la cara comenzamos a gritar como locos desenfrenados por un
buen rato hasta que nuestro compañero comenzó a tocarnos de a uno y nos fuimos
cayendo al suelo como muertos. El objetivo según yo fue cumplido, la
representación fue chistosa, alegre, espontánea, loca, por lo que hicimos a
todos reír mucho.
El segundo grupo se quedó adentro practicando la
improvisación. Ellos trabajando en conjunto con la profesora, así que fue una
improvisación más bien guiada. Lo que hicieron fue partir dos personas
moviéndose a su estilo con una música de fondo, luego se paraba la música y se
quedaban todos congelados y se integraban dos más y comenzaban a bailar y
moverse al comenzar la música de nuevo y descongelaban a sus otro compañeros y
bailaban todos juntos, y así sucesivamente al estilo “congelado” se unió todo
el grupo, y finalmente la alegría y el entusiasmo que ponían era tan contagioso
que terminaron uniéndose muchas personas del otro grupo bailando a la par con
mis compañeros.
Finalmente después de tanto movimiento nos acostamos en el
suelo completamente estirados y con los ojos cerrados, mientras unas compañeras
tocaban instrumentos musicales tales como el triángulo, y eso palo que emiten
sonidos lindos. Esto fue lo más relajante de la clase, a tal punto que muchos
compañeros se quedaron plácidamente dormidos, incluyéndome.
No hay comentarios:
Publicar un comentario